La zona de Costa Rica y Rivera modificará radicalmente su fisionomía y albergará a “Carrasco Valley”, un complejo de oficinas que demandará una inversión de US$ 25 millones y comenzará a construirse en enero de 2021.
La iniciativa es del consorcio conformado por Ximena de Azpitarte (DAG Emprendimientos), Carlos Lecueder (Estudio Luis E. Lecueder) y Mauricio Levitin (Altius Group) y se inició meses atrás con el realojo de 42 familias que vivían en el predio y el traslado del Destacamento de Bomberos, que se inaugurará en la tarde de hoy martes 24 de noviembre al lado del predio de la sede de Club Social y Deportivo El Tanque Sisley, en la calle Santa Mónica.
“Carrasco Valley” consta de la remodelación de la “Vieja Casona” y la construcción de dos edificios de cuatro pisos de 6.600 m2 para oficinas, conectados por una peatonal con locales comerciales y de servicios. El proyecto, además de incluir la remodelación de la casa, considerada de valor patrimonial para la Comisión Permanente de Carrasco, también creará un área de parking para 130 vehículos.
El nuevo edificio —proyectado Juan Diego Vecino Arquitectos y Estudio Gómez Platero— contará con certificación “Leed Gold”, un sistema de certificación de proyectos acrónimo de Leadership in Energy & Environmental Design (Liderazgo en energía y diseño ambiental) que garantiza la creación de edificios sostenibles y amigables con el ambiente.
La certificación Leed, asegura la sostenibilidad en cuanto a materiales y recursos de construcción, eficiencia y aprovechamiento del agua, eficiencia energética, calidad de ambiente interior e innovación en el proceso de diseño.
De perder-perder a ganar-ganar
El predio de Costa Rica y avenida Rivera estaba ocupado desde hace décadas. En sus orígenes el edificio sirvió para alojar a los trabajadores del Hotel Carrasco. Un día dejó de usarse con ese fin y albergó a personas desalojadas debido a la inundación de 1959. Lentamente quedó vació y luego fue ocupado.
“El predio que quedó en mal estado y era un punto “malo” para la zona. Había un lose-lose, para la gente que vivía en un lugar que tenía problemas edilicios importantes y, por otro lado, para la zona, que estaba perjudicada”, recordó Carlos Lecueder, principal del Estudio Luis E. Lecueder.
“La Intendencia de Montevideo licitó la venta del padrón y estableció cómo debía pagarse. El precio de la tierra debía abonarse una parte en dinero, otra con la mudanza del Destacamento de Bomberos a otra zona y además —y lo más importante— con la relocalización de las familias que vivían allí”, agregó De Azpitarte, quien presentó la idea original a Lecueder y realizó este minucioso trabajo durante los dos últimos años.
“El proceso de realojo fue largo y muy cuidado, respetó los tiempos y necesidades de cada familia para encontrar la mejor solución para cada una. Todo fue en consenso, hoy muchos son propietarios”, enfatizó la directora de Carrasco Valley.
“Esta etapa dio mucho trabajo y requirió mucha inversión”, detalló Lecueder. Y agregó: “Partimos de un lose-lose y estamos en un win-win. No hubo un solo desalojo, todos salieron con un mejor destino”, enfatizó el ejecutivo que está convencido de que el consorcio —que sumó a Levitin— logró cimentar un negocio en la alegría y bienestar de mucha gente.
La historia del barrio también condimenta la creación de la propuesta que pretende consolidarse como un nuevo centro de oficinas. El Proyecto de Paisajismo corrió por cuenta del Estudio Thays de Carlos Thays, cuarta generación de paisajistas y descendiente de Carlos Thays que en 1900 hizo varios jardines y plazas en Carrasco; además la directora del proyecto es descendiente de José Ordeig, uno de los fundadores del emblemático hotel.
Fuente:
https://www.elpais.com.uy/el-empresario/proyecto-oficinas-inversion-carrasco-valley.html
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